Tras las huellas de Santa Teresa… Desde Torre de Juan Abad hasta Linares

por Juan Miguel Gascón Álamo.

Para la elaboración de este artículo, hemos seguido paso a paso los caminos y lugares teresianos, desde su llegada a Torre de Juan Abad para fundar en Beas de Segura, hasta que desde aquí, parte para Sevilla, pasando por la Venta de la Magdalena de Castro y Linares, fin de nuestro reportaje fotográfico en el año en que se conmemora el V Centenario de su nacimiento.

Seguir sus pasos y dejar constancia fotográfica actualizada en estos días de abril y mayo de 2015, ha sido una experiencia muy gratificante que deseamos compartir con lo posibles lectores de esta revista de PASCUAMAYO, que anualmente edita el Ayuntamiento Santisteban del Puerto con motivo de la Fiestas en honor de nuestra Patrona la Santísima Virgen del Collado, que cuando Santa Teresa pasó por nuestras tierras se cumplían trescientos cuarenta y tres años de su milagrosa Aparición en un collado cercano a la Villa el 26 de abril de 1232, próximo de la ermita de San Andrés, junto a la venta del mismo nombre.

Santa Teresa de Jesús. Retrato auténtico hecho por Fray Juan de la Miseria, en Sevilla, un año después de la fundación de Beas

Santa Teresa de Jesús. Retrato auténtico hecho por Fray Juan de la Miseria, en Sevilla, un año después de la fundación de Beas

El 28 de marzo de 1515, nace en Ávila Santa Teresa de Jesús, regentaba España, Fernando el Católico, al año siguiente le sucedería su nieto el emperador Carlos V, que tuvo que hacer frente a los Comuneros que se alzaron contra él en defensa de sus privilegios y fueros. En el aspecto religioso preocupa la unidad religiosa amenazada por los focos luteranos en Valladolid y Sevilla, la lucha intolerante y regresiva contra la heterodoxia que tendrá su mayor concreción en el ideario del Concilio de Trento y en la labor de la Inquisición. “Tiempos recios” llamaría Santa Teresa, que de niña devoraba los libros de caballería y soñaba con ir a tierras de infieles.

Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, así se llamaba la que posteriormente sería Santa y fundadora de las Carmelitas Descalzas (estricta observancia de la orden que comprendía la obligación de la POBREZA, de la SOLEDAD y del SILENCIO), mística, escritora, doctora y maestra de la vida espiritual de la Iglesia.

 

La comitiva de las descalzas hacia la raya de Andalucía.

La comitiva la componían nueve monjas y una aspirante, natural de Villarrubia de los Ojos, llamada Lucía Martínez, dos sacerdotes en dicha comitiva el capellán Julián de Ávila y el sacerdote Gregorio Martínez, hermano de la postulanta; el caballero de Alba Antonio Gaitán y los mozos y carreteros de alquiler y el ajuar indispensable, todo en cuatro carros, amén de los mulos para los escuderos1 habían iniciado el viaje en Malagón, el día 14 de febrero de 1575, lunes de carnaval, pernoctando en Manzanares de donde partieron hasta la Torre de Juan Abad.

Torre de Juan Abad (Ciudad Real).

Torre de Juan Abad, meta de la jornada, villa que habitaban 300 vecinos más los incontables trashumantes. Tenía un hospital para recogimiento de pobres pasajeros.

Torre de Juan Abad

Torre de Juan Abad

Parroquia de Nuestra Sra. de los Olmos

Parroquia de Nuestra Sra. de los Olmos

 

Retablo de la parroquial de Sta. María de los Olmos de Torre de Juan Abad.

Retablo de la parroquial de Sta. María de los Olmos de Torre de Juan Abad.

Pernoctaron en Torre de Juan Abad, villa de la Encomienda de Santiago, situada en el camino real de los carros, próxima al puerto de Sierra Morena que comunica Andalucía con la Mancha y Madrid.

El día 16 de febrero, miércoles de Ceniza, muy temprano oyeron misa y recibieron la santa ceniza en la iglesia Parroquial de Ntra. Sra.de los Olmos. Construida a finales del siglo XV principios del XVI, su estilo es renacentista y su planta es de cruz de brazos cortos de una nave y crucero abovedado. El retablo es manierista de clara de transición del renacimiento al barroco de madera dorada y policromada.

Venta Quemada (Jaén)

Venta Quemada (Jaén)

Venta Nueva (Ciudad Real)

Venta Nueva (Ciudad Real)

 

Dibujo de los carros de comitiva

Dibujo de los carros de comitiva

En Torre de Juan Abad, contrataron los espoliques que conducirían la comitiva de las fundadoras por los pasos de Sierra Morena y alquilaron caballerías para vadear los ríos. Los espoliques eran guías que conocían palmo a palmo los caminos que anudaban en Venta del Barranco, que después se llamó Venta Quemada (Jaén) en el límite con la Mancha, donde se unían los caminos de Levante, que en Alcáraz se bifurcaban, unos a la derecha se dirigían al Reino de Granada y otros por puebla del Príncipe y Villamanrique en dirección a Sevilla por la vía del Condado, que alcanzaban cuando llegaban a Santisteban del Puerto.

Paisaje de Sierra Morena cerca de Venta Quemada

Paisaje de Sierra Morena cerca de Venta Quemada

Muy cerca, en el límite de la Mancha con Andalucía, Venta Nueva, situada a la izquierda de la carretera comarcal de Santisteban a Villamanrique (kilómetro 23’5 aprox.) donde posiblemente pasara la comitiva que se disponía a realizar el paso de Sierra Morena contemplando paisajes de encinas, jaras y tomillares donde pastaban los rebaños de ovejas.


Cercanías de la finca el Engarbo

Cercanías de la finca el Engarbo

Quedan siete leguas (aprox. 40 kilómetros), para llegar a Beas, pero la jornada se complicaría porque los espoliques confundieron los caminos y se perdieron inexplicablemente y no podemos explicar las razones por las cuales, hombres avezados en el conocimiento de los caminos en lugar de seguir el camino real de Andalucía se desviaron por el cortijo del Engarbo y del Roblear, también llamado de las Minas, que serpentea por ondulantes colinas moteadas de lentiscos, encinas, espinos y cornicabras. A poco trecho del Roblear el camino se bifurcaba: el de la derecha bajaba rodeando altozanos hasta el nivel del rio; era el que debían de haber tomado. Pero siguieron el llano, a la izquierda, sobre el espinazo del monte, abocando de improviso en unos precipicios espantosos de caída vertical sobre abismos de más de trescientos metros. Eran las llamadas Riscas de Valdinfierno, muy cerca de la presa del embalse del Guadalmena.

Ana de Jesús, testigo de estas vicisitudes lo relata así:

Riscas de Valdinfierno (Embalse del Guadalmena)

Riscas de Valdinfierno (Embalse del Guadalmena)

“Ya que llegábamos a la postrera jornada, en Sierra Morena perdieron los carreteros el camino, de manera que no sabían por donde iban. Nuestra M. Teresa de Jesús comenzónos a mandar a ocho monjas que con ella íbamos, pidiésemos a Dios y a nuestro Padre San José nos encaminase, porque decían los carreteros que íbamos perdidos y no hallaban remedio de salir de unos riscos altísimos por dónde íbamos. Y al tiempo que la Santa nos mandó lo dicho, comenzó desde una hondura muy honda, que con harta dificultad se veía desde lo alto de aquellos riscos en que estábamos a dar grandes voces un hombre, que en la voz parecía anciano diciendo: Teneos, teneos que vais perdidos y os despeñaréis si pasáis por ahí. A estas voces paramos y los sacerdotes y personas seglares que iban con nosotros comenzaron a escuchar y preguntar: Padre, pues ¿qué remedio tendremos para remediarnos y salir del estrecho en que estamos? El les respondió que echasen hacia una parte, que vimos todos que milagrosamente habían podido atravesar por allí los carros. Quisieron algunos ir a buscar al que nos había avisado, y mientras ellos estaban allá, dijonos la Madre con mucha devoción y lágrimas: No sé para qué los dejamos ir, que era mi Padre San José, y no lo han de hallar. Y así fue, que volvieron diciendo no habían podido hallar rastro de él, aunque habían llegado a la hondura de donde sonó la voz2«

Seguramente las voces que les avisaron del peligro que corrían de seguir por los desfiladeros, procedían de los alrededores del cortijo del Morte situado en la confluencia de los ríos Herreros y Guadalmena, en la actualidad han quedado bajo las aguas del embalse del Guadalmena.

Volvieron sobre sus pasos, desandando la ruta equivocada por un camino más llano, dejando a la derecha el Cerro de los Santos, muy próximo a la aldea de Los Mochuelos, pasando a la izquierda de los Baños del Pipe y siguiendo la margen derecha del Arroyo de la Porrosa, por donde actualmente discurre la carretera, hasta su desembocadura con el rio Guadalimar, donde estaba el vado que tenían que salvar saliendo al camino de Valencia a Granada entre La Teja y La Vicaría, así lo cuenta la M. Ana de Jesús:

Paraje de los Baños del Pipe

Paraje de los Baños del Pipe

Arroyo de la Porrosa

Arroyo de la Porrosa

 

Finca de la Teja junto al Guadalimar

Finca de la Teja junto al Guadalimar

Esta ligereza de las mulas fue de manera que, habiendo aquel día sacado del pueblo ( La Torre de Juan Abad) de donde salimos , bestias y hombres para pasar el rio Guadalimar fuera de los carros, en llegando a él nos hallamos de la otra parte, sin haber tenido lugar de salir de los carros ni podernos menear. Y así se espantaron los más principales del pueblo de Beas que nos salieron a recibir de ver la gran jornada que aquel día se había podido andar3.”


Puente sobre el rio Beas en las proximidades de La Ventilla

Puente sobre el rio Beas en las proximidades de La Ventilla

A legua y media de Beas, en la Venta de Sancho Rodríguez de Sandoval Negrete, hermano de las fundadoras, se detuvo la comitiva, donde la mayoría de los vecinos de Beas salieron a recibir a la M. Teresa de Jesús y la comitiva, así lo cuenta el capellán Julián de Ávila:

“No debió quedar persona ni chica ni grande, que no saliese con gran regocijo. Los de a caballo, que los hay allí, haciendo gentilezas, cada cual de la manera que podía, delante de los carros, fasta llegar cerca de la iglesia, donde estaban todos esperando; y los clérigos, con sobrepellices y cruz e procesión, las llevaron a la iglesia con la mayor solemnidad que pudieron4

Iglesia y Convento de San José del Salvador

Iglesia y Convento de San José del Salvador

El jueves 24 de febrero de 1575 festividad de Santo Matías, se fundó en Beas el décimo monasterio de Carmelitas Descalzas y primero de Andalucía “San José del Salvador”. Las promotoras de la Fundación , Doña Catalina Godínez y Doña María de Sandoval, hijas de los más principales y ricos de Beas, que tomarían el hábito, tomando el nombre de Catalina de Jesús y la otra María de Jesús.

Iglesia Conventual

Iglesia Conventual

Retablo

Retablo

 

La iglesia conventual de estilo barroco moderado, no data de la época fundacional de Santa Teresa, sino de un siglo después.

Vista general del museo

Vista general del museo

Reconstrucción de la celda de Santa Teresa.

Reconstrucción de la celda de Santa Teresa.

 

Cuenta el convento con un museo en el que se muestran objetos que pertenecieron a Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, de la Madre Fundadora Catalina de Jesús, una talla de madera policromada de un Niño Jesús de la Pasión de la escuela de Mena (S.XVII), un busto de San Juan de la Cruz realizado por Juan de Dios Muñoz (1991), reliquia de de San Juan de la Cruz y otros santos, etc. Una reproducción de la celda de Santa Teresa que nos atrae por su realismo y sencillez.

Hacia Sevilla, cincuenta leguas con calor y fiebre de la Madre Teresa…

Santa Teresa de Jesús, obedeciendo a su provincial, el P. Jerónimo Gracián, el día 18 de mayo de 1575 parte para Sevilla viajando en cuatro carros desprovistos de ajuar y llevando provisiones de boca para unos días, pero era tanto el calor, que antes de llegar a la Venta de Castro de la Magdalena tuvieron que tirarlas porque estaban podridas y hasta el agua corrompida.

Santisteban del Puerto

Santisteban del Puerto

Partieron cerca de mediodía. La primera jornada sólo fue de cinco leguas, hasta Santisteban del Puerto, por un paisaje delicioso, de montes y valles bermejos matizados de jaramago, campanillas, y variedad de flor silvestre, que con el aroma de los tomillares, cantuesos, jaras y romerales, se metía en el alma.5


Puente Mocho

Puente Mocho

A legua y media atravesaron por el puente viejo (Puente Mocho), sobre el Guadalimar, por el camino real y el del Condado que por Camporredondo iba derecho a Castellar. Sestearon en una hermosa floresta, de donde apenas pudieron sacar a la Madre, embebida, como dice una testigo, “porque con la diversidad y canto de mil pajaritos toda ella se deshacía en alabanzas a Dios6”. Esta floresta era cabe la Fuente del Portichuelo, cerca de Castellar, junto al camino real, a unos 22 kilómetros de Beas por el camino viejo.

Fuente del Portichuelo (Ruinas)

Fuente del Portichuelo (Ruinas)

Después, hasta Santisteban, el camino se abría entre “cerros y valles llanos e montes baxos de lentiscares7”.

Santisteban era lugar de 350 vecinos, “en medio de dos cerros grandes e redondos, e en el puerto de la Sierra Morena; en los cuales cerros en cada uno de ellos había dos fortalezas muy grandes e fuertes armados sobre peñas bermejas8”.Al pie de aquellos cerros y en la encrucijada de caminos de Levante y de la Mancha, se alzaba entonces la ermita de San Andrés, donde la Madre decidió pasar la noche, “a ratos rezando y a ratos descansando sobre las frías losas de la iglesia-dice María de San José- bien alegres, aunque con poco regalo, despojadas aun de lo más necesario”. La encrucijada, donde estaba la ermita de San Andrés, estaba a poco más de un kilómetro al norte de la actual carretera que pasa por Santisteban. Hoy no quedan vestigios de aquella ermita, sino sólo un cortijo que aun lleva el nombre de San Andrés.

Venta de San Andrés de Santisteban del Puerto. Acuarela de Pier María Baldi.

Venta de San Andrés de Santisteban del Puerto. Acuarela de Pier María Baldi.

En esta acuarela realizada en 1669, podemos reconocer la desaparecida Ermita y la Venta de San Andrés y al fondo Santisteban del Puerto.

Antes del amanecer, para aprovechar el fresco, partieron hacia Linares que dista siete leguas “de cerros y e montes baxos e altos e tierras de pan llevar9”, por el camino de la vía romana dejando a la izquierda, como a cuatro tiros de ballesta, Navas de San Juan.

Andadas cuatro leguas llegaron a la Venta de Arquillos, a menos de un kilómetro de la actual población de Arquillos. Dicha Venta se encontraba en una encrucijada de caminos, en la actualidad no hemos hallado ni vestigios de la misma, sólo un cartel que nos indica cual era su situación cerca de Arquillos el Viejo.

Venta de Arquillos. Pier María Baldi (1669)

Venta de Arquillos. Pier María Baldi (1669)

Puente romano del Piélago.

Puente romano del Piélago.

Después de vadear el rio Guadalén (unos tres kilómetros y medio antes de confluir con el Guarrizas) vadearon el Guarrizas llegando a la Venta de Castro una legua y media antes de llegar a Linares, según relato de Julián de Ávila: “Llegamos a una venta adonde estaban unos hombres, los más perversos que yo he visto en mi vida, e iba allí el P. Fr. Gregorio Nacianceno…Fueron tantas bellaquerías que dijeron aquellos hombres al recién tomado el hábito, que ni por ben ni por mal bastaba hacerlos callar, antes las representaciones les encendían en mayor cólera para decir cuanto les venía a la boca. Ellos debían de estar tontos o beodos a el fin de todo ello, entre si se acuchillaron con harto alboroto…Cada cual de los que reñían por miedo de que no los prendiesen huyeron y nos dejaron en paz. A todo esto se detuvo la Madre y sus monjas en sus

Castro de la Magdalena. Linares

Castro de la Magdalena. Linares

carros cubiertas, que no las vieron, que si las vieran, como trataron de palabra al padre, trataran a la santa Madre. Y añade: en esta venta se padeció bastante sed, porque el calor era muy excesivo, y cada jarrito de agua muy pequeño costaba dos maravedíes, y había menester cada monja muchos jarritos, de suerte que era más barato el vino que el agua. Las provisiones traídas de Beas no se pudieron comer y muchos días hubieron de comer sólo habas, pan y cerezas o cosa así, dice María de San José, y cuando para nuestra Madre hallábamos un huevo, era gran cosa10

Calle Corredera. Linares

Calle Corredera. Linares

Una hora después pasaron por Linares, lugar de 600 vecinos, en alto y el asiento en llano, e algunas partes en hondo, lugar de mucho aceite e de poco vino e de mucho trigo11. Parece lógico, que a su paso por Linares, pararan en alguno de sus mesones de la calle San Marcos y Corredera, caminos de entrada a Linares por el oeste de la villa, donde se ubicaban los cuatro mesones existentes en la población entonces para reponer víveres12.

Por estas tierras pasó y vivió Santa Teresa de Jesús, y en Beas cumplió los sesenta años, aún viviría siete años más entregada a su labor evangelizadora y fundacional vivida intensamente como lo expresaban sus sencillos versos de mística profunda:

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero…

Juan Miguel Gascón Álamo.


  1. EL PRIMER VIAJE DE SANTA TERESA A JAÉN, Fr. Efrén de la Madre de Dios O.C.D.
  2. ANA DE JESÚS, Proceso de Salamanca 1597, 4º BMC t.18 p.463.
  3. ANA DE JESÚS, Proceso de Salamanca 1597, 2º BMC t.18 p.463.
  4. Vida de Santa Teresa II 8 p.278.
  5. TIEMPO Y VIDA DE SANTA TERESA. Fr. Efrén de la Madre de Dios O.C.D. Ed.B.A.C. p…610
  6. MARÍA DE SAN JOSÉ, Libro de recreaciones 9 p.100.
  7. FERNANDO COLÓN, Descripción y cosmografía de España II n.4.499 p.125.
  8. Ibid., n.4.p.4.496.
  9. FERNANDO COLÓN, Descripción y cosmografía de España II n.4.483 p.122.
  10. JULIAN DE ÁVILA, Proceso de Ávila 1596:BMC, t.18 p.201.
  11. FERNANDO COLÓN, Descripción y cosmografía de España II n.4.479 p.122
  12. SÁNCHEZ MARÍNEZ, M., SÁNCHEZ CABALLERO, J.; Una villa giennense a mediados del siglo XVI;p.73 ,85.

1 respuesta

  1. Publicamos el interesante escrito de Juan Miguel Gascón subsanando algunas erratas que figuran en la publicación Pascuamayo 2015.